Una profesora rural que se la juega por la cultura chilota

  • Con la guía de Noelia García, seis alumnos de la comuna de Curahue descubren el mundo y el significado de la palabra patrimonio. Su meta es que valoren la Isla Grande y que desde esa belleza proyecten todos sus sueños.   

Durante 13 años, Noelia García se desempeñó como secretaria en una escuela de Castro. Su vocación y compromiso con la educación se afianzó durante esos años en que trabajó como asistente; hasta que un día, ya casada y con una hija, tuvo la oportunidad de optar a una beca y estudiar pedagogía en horario vespertino. “Obviamente con mucho sacrificio en todos los ámbitos, pero con la convicción de que esa era la profesión que quería ejercer en la vida”, señala la docente.

Luego de estudiar, Noelia esperó dos años por un cupo, hasta que llegó un ofrecimiento de ejercer como profesora en una escuela rural, en un aula multigrado, es decir, con niños de distintas edades, que dado su bajo número, son formados en un solo curso. “El año 2015 entregué, con mucho orgullo, mis primeros 14 estudiantes licenciados de enseñanza básica”.

En esos años Noelia también participó de la Evaluación Docente y, en 2015, rindió una evaluación de conocimientos que le permitió acreditar su experticia y aumentar su remuneración (AVDI). “Cuando conocí los resultados estaba muy feliz y orgullosa de esos logros, que sin duda venían a coronar años de esfuerzos”, señala Noelia, quien hoy se ubica en el máximo tramo de desarrollo profesional -para un profesor con 5 años de ejercicio como ella- en la nueva carrera profesional docente que ha sido puesta en marcha en el contexto de la Reforma Educacional.

Un nuevo enfoque pedagógico

El año 2016 Noelia fue asignada como encargada de la Escuela Rural de Curahue, emplazada en la comuna del mismo nombre, que se encuentra a cerca de 50 minutos en automóvil desde Castro. En esta nueva labor, ella no solo estaría a cargo del establecimiento, sino que también sería la única docente para sus seis alumnos.

Su emoción ante el nuevo desafío se vio incrementada cuando se encontró con sus nuevos estudiantes: “son niños y niñas con ganas y disposición de aprender y unas mamás colaboradoras, dispuestas a confiar y ser un aporte a la educación de sus hijos. Digo mamás porque son ellas las que están más cercanas al establecimiento, las que van a reuniones y cooperan en las actividades. En general son familias amables, cercanas, que en su mayoría trabajan la agricultura y otras actividades propias del mundo rural”.

En la escuela que ahora la recibía, las horas adicionales de la jornada escolar completa estaban destinadas a más matemática y lenguaje. Noelia, sin embargo, decidió cambiar el enfoque y transformó esas horas en talleres de folclor, teatro y patrimonio cultural. “Orienté este tiempo a cumplir y lograr el objetivo de que los niños y la comunidad valoren, respeten y rescaten el patrimonio cultural tan rico en nuestra Isla y que lamentablemente en muchos lugares se está perdiendo. Talleres donde los estudiantes puedan desarrollar y fortalecer habilidades, su autonomía, la capacidad de confiar en sí mismos, en fin, lograr aprendizajes de calidad, significativos, utilizando principalmente el contexto rural en el que estamos insertos”. Para cumplir este objetivo, Noelia se vale de sus propios conocimientos, pero también del de los habitantes de la comunidad, quienes son invitados a la escuela a enseñar y proyectar su cultura.

¿Cómo es la vida en la escuela de Curahue? “Es especial –dice Noelia- disfrutamos de una hermosa naturaleza, un Chiloé donde el invierno parece alargarse más de lo que muchas veces quisiéramos. Pero eso hace que sea diferente. Por ejemplo, en nuestra sala de clases utilizamos estufa a leña, los niños usan zapatos de lana, e incluso cuando hay mucho viento, hay que darles confianza y seguridad para que no surja el miedo. En fin, somos una pequeña familia”.

Trabajar en aula multigrado, una tarea “demandantemente hermosa”

“Trabajar en el aula multigrado es una tarea demandante, en la que hay que estar siempre atenta a varios frentes: el aula, lo administrativo, generar vínculos con instituciones, con alguna organización y con diversos actores que de una u otra manera sean un aporte para la formación integral de los pequeños. Es una tarea demandantemente hermosa”.

Al finalizar, Noelia nos señala que su desafío es seguir creciendo, seguir aprendiendo “y entregando lo mejor para lograr una sociedad más justa. Nuestra labor docente implica una enorme responsabilidad social, y como decía una amiga y colega, ojalá nunca dejemos de ver con ojos de madre a nuestros pequeños”.

Apoyar la docencia rural, uno de los objetivos del Sistema de Desarrollo Docente

Cinco ejes tiene la Ley que crea el Sistema de Desarrollo Docente: Fortalecimiento de la formación de los futuros profesores, apoyo en los primeros años de ejercicio, mejora de las condiciones laborales, consolidación de una carrera profesional que fomenta el desarrollo e incrementa las remuneraciones docentes y apoyo para el desarrollo continuo de los profesores, a través de programas de formación gratuitos y de calidad.

Todas estas transformaciones buscan impactar en todas las escuelas de Chile, pero con un foco especial en aquellas emplazadas en contextos vulnerables y rurales. Es así que, por ejemplo, los docentes de escuelas rurales tendrán acceso prioritario a la formación para el desarrollo docente que garantizará el Estado.